Lo bueno, lo malo y lo feo de la Poesía | Proyecto #1

La poesía es un género que siempre he querido que me guste. No sé si porque la idea de leer poemas, tener versos que evoquen un sentimiento en particular, suena bien o porque siempre he tenido esta idea mental de las películas de que recitar versos de la nada suena muy cool y más si me imagino a Elizabeth Bennet con un libro de poesía.

Sea por la razón que sea, siempre me ha interesado este género. Sin embargo, nunca cultivé el hábito de leer poesía y mucho menos de analizarla. Es por eso que quería hablar de lo que he leído y hacer un plan para sumergirme un poco más en este género. En este proyecto, dividiré los poemarios que he leído en lo bueno, lo malo y lo feo de la poesía.

Lo malo

Estos son poemas que leí y simplemente no me gustaron. Hubo un momento en que le di una oportunidad a poemarios pequeños como Goblin Market, de Christina Rossetti, y a The Great Hunger, de Patrick Kavanagh. Estos poemarios me enseñaron que no me gustan lo poemas demasiado cortos ni los poemas sin rimas. Thank U, Next.

Lo feo

Esta categoría se la quiero dedicar a poemarios que empecé y ni siquiera pude/quise terminar porque no me estaban transmitiendo nada de nada. Irónicamente, en esta categoría tenemos libros como The Ballad of Reading Gaol and Other Poems, de Oscar Wilde (quien es uno de mis escritores favoritos), y The Beginning of the World in the Middle of the Night, de Jen Campbell, poemario que juraba que iba a adorar. Estos libros me enseñaron que no me gustan los poemas que reflejan la sociedad actual y hablan de sentimientos sobre la sociedad. También aprendí que no me gustan los poemas sin estructura porque no me trasmiten claramente sus mensajes.

Lo bueno

Finalmente, sí he leído poemas que me han encantado y me han llegado al corazón. En esta categoría tenemos principalmente a Anabel Lee, de Edgar Allan Poe, que es mi poema favorito desde la primera vez que lo escuché, ya hace 9 años.

Lo que siempre me ha gustado de este poema es que al final de cuentas, es una historia y se nota que lo es. Leyéndolo me di cuenta de que los poemarios que no me han gustado son colecciones de poemas randoms y hasta ahí. En cambio, los que me han gustado vienen con poemas extensos, con rimas, que me hacen empatizar con el autor y sus sentimientos (siempre y cuando sean sentimientos internalizados y no reflejos de sus batallas sociales) y poemas que nos cuentan una historia a través de sus versos.

En fin...

Seguiré dándole oportunidades a la poesía y así ir coleccionando poemas que me lleguen al alma. Si ustedes tienen alguna recomendación en base a lo que describí en este primer proyecto de Carmencita, déjenla en los comentarios.

Por mi parte, tengo un par de opciones en mis estanterías que me gustaría leer este año así que esperemos que encuentre más poemas que me gusten.